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Parque Mawünko: algo más que recreación y restauración

Parque Mawünko: algo más que recreación y restauración

Hace unas semanas visité por primera vez Parque Mawünko, un lugar mágico que está ubicado en el sector de Lajas Blancas en la comuna de Ancud, Chiloé. 

Este lugar resonaba en mi cabeza hace bastante tiempo, específicamente durante toda la pandemia ¿recuerdas que en ese momento se habló mucho acerca de la importancia de estar en contacto con la naturaleza? Así fue como visitar este parque se transformó en uno de mis pendientes relacionados con salud y bienestar. 

Llegó el día

 

Agendé mi visita vía whatsapp y elegí la opción visita guiada por el sendero largo, dije: ¡si esperé tanto, tengo que recorrerlo completo y disfrutar al máximo!

Cuando el día llegó me encontraba mental y físicamente muy agotada, lo que me hacía pensar en no ir. La frase en mi mente “mejor lo dejo para otro momento” se volvió muy insistente, afortunadamente no le hice caso y tratando de no sobreanalizar tomé mis cosas y partí. Hasta el día de hoy agradezco no haber desistido (manitos al cielo).

Antes de comenzar, la guía a cargo me advirtió que la caminata podía ser intensa, pero que a pesar de eso no requeriría de grandes destrezas físicas, como por ejemplo, un acondicionamiento físico de deportista de alto rendimiento. En ese momento solo tenía en mi mente el último año que pasé siendo muy sedentaria y sentí miedo de no poder completar el recorrido, aún así ya estaba en el lugar y ¡lo iba a intentar! Además, la guía me explicó que durante el recorrido se harían varias pausas, en las cuales podríamos descansar, comer y recibir información valiosa acerca de la flora, fauna y recorrido del agua.

Primer Impacto

 

Sentir mi mente y músculos relajándose fue algo imposible de obviar. A medida que avanzaba, esta sensación se volvía cada vez más intensa y emocionante. Sentir el aire fresco en la cara pasó de ser el clásico cliché de novela romántica a una realidad en la que no dejaba de pensar:  “esto se siente tan bien”, “necesito hacer esto todos los días”.

Este último año fue muy intenso, así que no me contuve si sentía ganas de soltar una que otra lagrimita. Me sentí profundamente agradecida por esos momentos en los que podemos dejar fluir nuestras emociones sin ser juzgados.

Algo importante que debí mencionar al comienzo es que soy santiaguina, lo que definitivamente hizo que esta experiencia fuese mucho más intensa a nivel emocional.

Esos momentos en los que logramos hacer caso omiso a lo que la mente y cuerpo quieren versus lo que necesitan, son un real logro. ¿Fue fácil? no, todo lo contrario, ¡pero pucha que se agradece haberlo logrado! esa sensación de triunfo resulta increíblemente satisfactoria.

¡Sorpresa!

 

Vi, miré y observé tantos detalles alucinantes, tanta riqueza y perfección en cada árbol, musgo, helecho, flor, y sobre todo quedé totalmente asombrada con las cascadas. Mientras avanzábamos no dejaba de pensar ¡que ganas de hacer esto por lo menos una vez por semana, es tan necesario!

Para cerrar con broche de oro ¡vimos un pudú!, no importó el corto tiempo que lo vimos, fue suficiente para ver lo grande y gordito que estaba. La guía a cargo estaba realmente feliz, nos explicó que este parque además de conservar el agua y restaurar la tierra, respeta el entorno volviéndolo un hábitat atractivo y seguro para especies que necesitan un lugar para reproducirse. El pudú es una especie vulnerable a la extinción por lo que corroborar que se están reproduciendo saludablemente fue una gran noticia.

De regreso me sentí tan feliz y agradecida de la decisión que tomé. Hacer este recorrido me regaló bienestar a nivel físico y mental e hizo que fuera más consciente de la urgente necesidad de incorporar panoramas así a mi rutina. Ya sea que podamos hacerlo de forma semanal o quizás por la distancia solo 1 vez al año, es algo que debemos hacer.

Mientras que con mi visita aportaba a que este espacio siga siendo conservado y restaurado y además de comprender la crisis hídrica de Chiloé, Parque Mawünko me entregó salud y hermosos recuerdos a través de una experiencia única la que anhelo todos podamos vivir.

¡Hoy me siento un poquito más saludable! Definitivamente este lugar es mucho más que recreación y restauración, es un lugar para sanar.

Joan Durán
(Visita a Parque Mawünko Febrero de 2024)

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